Una empresa nacional desarrolló el neuromarketing para saber cómo entrar en la mente del consumidor, esto sería el inicio del futuro de la publicidad
A unos cuantos kilómetros del laboratorio de Jaime Romano, en las oficinas de la empresa de investigación de mercados Millward Brown, Luis Gabriel Méndez y Andrés López preparan un experimento que utiliza un aparato que, a primera vista, parece un pequeño proyector montado sobre una computadora portátil.
Es el Eye tracker, que mide con precisión milimétrica el punto donde la mirada se posa.
De acuerdo con Luis Gabriel Méndez, "estos dispositivos permiten conocer reacciones automáticas que el cuerpo genera sin que la persona lo piense".
La prueba realizada no parece cosa del otro mundo: se ven pasar imágenes en la pantalla mientras el dispositivo sigue la mirada de la persona.
El registro de la mirada crea un diagrama donde se observan "zonas calientes" donde las personas fijan sus ojos.
Así, un anuncio que aparentemente es muy llamativo puede distraer la atención respecto de la marca o el eslogan que interesa al anunciante.
Esto se ha vuelto muy importante debido a que es necesario obtener toda la atención del posible cliente, sin distracciones en los pocos segundos de exposición.
Con esta técnica pueden "darle al anunciante una historia emocional de su comercial, cómo la gente se entusiasmó o perdió el interés por su marca a medida que el anuncio se desarrolla".
Andrés López de Millward opina que es posible que los anuncios del futuro sean diseñados específicamente para generar la mayor respuesta de la audiencia.
Ya no estarán basados en alguna vaga intuición u ocurrencia salida de una agencia de publicidad, sino en lecturas precisas sobre la reacción que desencadena en la gente. Pero las ramificaciones del neuromarketing van más allá del campo de la publicidad. Información brindada por http://www.cnnexpansion.com