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Líderes mundiales se prodigan besos… en audaz campaña de Benetton


Fotos de Obama, Hugo Chávez, Sarkozy y Angela Merkel buscan contrarrestar el odio en el mundo.

Una prestigiosa marca de ropa italiana llama la atención del mundo con una polémica campaña contra el odio en el mundo. Con una audaz apuesta, la firma Benetton lanzó su nuevo plan que reclama la paz mundial: distintos líderes del mundo aparecen besándose en sorprendentes planos.

Entre las parejas destacan el presidente de Estados Unidos, Barack Obama Barack Obama y uno de sus principales críticos de su gestión, Hugo Chávez.

Las fotos también muestran al presidente y líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, con el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu (ambos envueltos en el conflicto palestino israelí).

Hacen lo suyo la canciller alemana, Angela Merkel y el mandatario francés, Nicolas Sarkozy.

La marca explicó que la campaña “Sin odio” (Unhate) se creó “con el objetivo de contrarrestar la cultura del odio, promoviendo –con un llamamiento a la acción global y con las herramientas más innovadoras de la comunicación-, el acercamiento entre pueblos, creencias, culturas y la comprensión pacífica de las razones del prójimo”.

“Si el amor global sigue siendo una utopía, aún si compartida, la invitación a ‘no odiar’, a combatir la ‘cultura del odio’, representa un objetivo ambicioso pero realista”, dijo el vicepresidente ejecutivo de la firma, Alessandro Benetton

Los fotomontajes de los principales líderes mundiales ‘besándose’, parte de una campaña de la firma de ropa italiana Benetton, han causado polémica y críticas en el mundo. El Vaticano, por ejemplo, dijo que “se trata de una grave falta de respeto hacia el Papa”, y logró que quiten la imagen del Sumo Pontífice juntando los labios con el imán de la mezquita Al-Azhar de El Cairo, Ahmed Mohamed el-Tayeb. ¿Realmente es una falta de respeto? ¿Qué busca ese tipo de publicidad? ¿Logra su objetivo?

Para responder esas preguntas buscamos la opinión de dos conocidos publicistas peruanos, Óscar García Conde, ex director general creativo de Quórum Saatchi & Saatchi; y Juan Carlos Gómez de la Torre, director de Circus.

A FAVOR: “NO ME PARECE UNA FALTA DE RESPETO”

Óscar García Conde

Lo primero que salta es el impacto visual, pero acá se trata de generar una reacción a favor de la tolerancia. Estos presidentes representan a naciones, pero también a problemas, por ejemplo entre una Corea y la otra están los misiles que los separan, o entre Corea y China posiblemente sea el tema comercial y cuál tiene la hegemonía en el mundo, o dos iglesias separadas, y así varios casos. Hay problemas que no dejan construir.

No me parece que haya falta de respeto, esto es publicidad. Probablemente lo que oculten las autoridades pueda ser bastante más grave que esta puesta en escena que nunca ocurrió. Es un montaje de los muchos que se hace en la publicidad. Más hay que discutir el fondo. Es un atrevimiento digno de generar una conversación alrededor, que es lo que las marcas hacen. Si lo hacen, es una marca que vive dentro de la conciencia y del hablar público.

Benetton se ha abanderado con esta campaña y ha tratado de meter un remezón. Siempre levantaba las banderas de la protesta y la igualdad, como la campaña United colors. Ha superado lo que hacía en los 80, una publicidad muy controvertida, que generaba polémica, que se metía de lleno no en la prensa sino en la realidad del mundo.

EN CONTRA: “ES UNA CAMPAÑA MUY BÁSICA”

Juan Carlos Gomez de la Torre

Mediáticamente puede tener alguna repercusión porque utiliza políticos. Si la idea era generar polémica probablemente lo hayan logrado, porque la Iglesia pisó el palito y ha reaccionado, pero no me parece una campaña buena. Desde el punto de vista creativo me parece una campaña muy básica, no le veo mucha originalidad ni fuerza. Parece muy de estudiante de publicidad.

Sí creo que las marcas deben tener propósitos y tener un punto de vista fuera del producto que tienen, pero usar esta campaña hoy es como querer generar escándalo poniendo gente desnuda, me parece que funcionaba y tenia impacto en los 80. Ahora no me causa eso, no me parece gracioso, me parece un poco tonto.

El tema de la tolerancia me encanta, pero tengo la sensación de que hoy se dicen mensajes muchos más potentes sobre vencer los prejuicios, más allá de poner políticos besándose. No es para decir que Benetton ha recuperado vigencia. Fuente El Comercio