El cofundador de la firma falleció a los 56 años mientras luchaba por curarse de un cáncer terminal. La persona que fue una inspiración para mí, no por ser un genio sabelotodo sino por la manera de afrontar a la muerte al confirman el cáncer de páncreas que padecía. La terrible noticia no hizo que se deprimiera, sino comenzó a pensar que cada mañana sería el último día de su vida, de esta forma cada día tomaba una decisión importante; eso hizo que se convirtiera en una de las personas más influyente en los estilos de vida de miles de personas, incluyéndome.
Toda mi vida pensé que mi vida terminaría muy pronto, esto hacia que cayera en profundas depresiones constantemente. El peor de mis miedos era la muerte, me aterraba porque no tienes escapatoria ante ella; pero al leer su historia me sentí tan identificado y lo vi como un ejemplo: como convertir un miedo en una fortaleza.
En un comunicado, Apple confirmó la muerte de su cofundador, presidente del directorio y ex director ejecutivo Steve Jobs a los 56 años de edad.
“Apple ha perdido a un visionario y genio creativo, y el mundo ha perdido a un sorprendente ser humano. Aquellos de nosotros que hemos tenido la suerte de conocerlo y trabajar con Steve hemos perdido a un amigo y aun mentor inspirador. Steve dejó detrás a una compañía que solo él podría haber construido, y su espiritu siempre será la base de Apple”, publicó la compañía en su sitio web.
Como se recuerda, Jobs se tuvo que retirar durante varios meses a principios de 2009 para tratar lo que denominaron “desequilibrios hormonales”, aunque luego se supo que se había sometido a un trasplante de hígado en abril de ese año en un hospital de Tennessee.
“Siempre he dicho que si llegaba el día en el que no podría hacer frente a mis obligaciones al frente de Apple como CEO, sería el primero en hacérselos saber”, escribió Jobs en agosto.
Esta noticia me mató, creo que sentí su muerte como si se tratara de un familiar cercano y creo que así lo fue. No me queda más que agradecerle, porque aunque no me haya conocido su historia me cambió la vida. Gracias Steve, hasta siempre.
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